La falta de capacidad de ahorro y los gastos “innecesarios” atentan contra la estabilidad de financiera de cualquier proyecto e idea a futuro. En este repaso de ideas, te contamos las claves para saber cómo aprovechar de la mejor manera tus ingresos.
Piensa cada vez que vayas a hacer una compra Primero veamos la parte de los gastos, la más complicada en tiempos de comercio electrónico y encierro, donde las compras relámpago están a la orden del día. Muchas veces nos “enamoramos” de algo sin saber por qué, un mero capricho compulsivo que impacta en nuestra economía a fin de mes. Es recomendable siempre analizar antes de efectuar una compra, para no sentirse arrepentido y con culpa después.
También esto permitirá controlar los gastos de la tarjeta de crédito y no caer en la trampa de pagarlo el mes que viene. Aunque hoy no sientas el impacto del gasto, en el próximo resumen de compras eso se verá reflejado. Por otra parte es preferible contar con dinero efectivo para que tengas claras las cuentas y actúes con responsabilidad. Malas inversiones También ocurre algo parecido cuando hacemos una mala inversión, lo que genera un impacto negativo en las finanzas personales. Recordá que si querés invertir, siempre hay que revisar y analizar todas posibilidades. Una buena inversión es la mejor forma de preservar tu dinero, ya que su valor irá en aumento con el paso de los años, sin importar el monto o la cantidad. Invertir es una alternativa interesante si se piensa en metas a largo plazo. Lo que está en juego son tus ingresos, por eso se debe tener en cuenta cada movimiento y pesnsar cada decisión, para encontrar el máximo beneficio posible. Esto es sumamente importante, dado que alargar la vida de tus bienes e inversiones depende en gran medida de su correcto mantenimiento. No tener capacidad de ahorro Por aquí pasa la clave de una cultura financiera deseable, mediante la capacidad para calcular el nivel de gasto en el mes y separar una parte de los ingresos para el ahorro. Aunque parezca algo difícil, este momento es clave, ya que va a determinar buena parte del resultado de tu futura vida financiera. Incorporá como costumbre apartar cada mes un porcentaje del salario que recibas, así ahorrarás dinero sin darte cuenta y sin ningún esfuerzo. Hacelo siempre a principios de mes para que te ajustes al presupuesto real y saber con cuánto recursos vas a disponer para uso en el mes. Se acabará convirtiendo en una rutina de la que, a la larga, te beneficiarás. Evitá los préstamos Si gastamos más de lo que generamos como ingreso, pedir un préstamo puede ser una mala opción. Esta espiral negativa atenta contra la estabilidad de la economía personal, por eso es importante cuidar los recursos y además saber ahorrar ante cualquier imprevisto que pueda surgir en el futuro. Vivir por encima de las posibilidades Este punto se relaciona con los anteriores, puesto que no podemos sostener un nivel de vida (económicamente hablando) distinto al que nuestro ingresos pueden soportar. De vez en cuando, se pueden dar algunos gustos, aunque sostenerlo puede ser un problema. Por eso hay que ser siempre consciente de los límites y hasta dónde se puede gastar.