El Tesoro consiguió $70.350 millones en la última licitación de deuda en pesos de mayo. De esta manera, cerró el mes con un financiamiento neto de $49.500 millones y en el año acumula un saldo de casi $200.000 millones.
En la rueda de este miércoles, la Secretaría de Finanzas recibió 579 ofertas por los siete instrumentos en moneda local que puso a disposición de los inversores. Del monto total ofrecido, adjudicó el 78%.
Más de la mitad de la nueva deuda colocada tiene vencimiento entre 2022 y 2023. Más precisamente, la mayor parte se concentró en una letra ajustable por CER (Lecer) con vencimiento en febrero del año que viene y un rendimiento del 1,52% anual por sobre la inflación, y un bono también vinculado con el CER (Boncer) con plazo a marzo de 2023 y un interés del 3,4% por sobre los aumentos de precios. Entre ambos acapararon el 50,3% de la licitación. Entre los títulos más cortos, la mayor parte se quedó en las dos letras con vencimiento en agosto de 2021. Una de ellas tiene una tasa fija del 38,75%, mientras que la otra está atada a la tasa de pases pasivos del Banco Central (BCRA). También se colocaron dos letras similares con vencimiento en octubre de este año y otro instrumento a tasa fija con vencimiento en noviembre, aunque todas estas representaron un pequeño porcentaje del monto total. Con estos números, Finanzas obtuvo en mayo financiamiento por el 117% respecto de los vencimientos que había en el mes, lo cual significó el mayor porcentaje desde que comenzó el año. La estrategia del ministro Martín Guzmán viene mostrando una desaceleración de la emisión monetaria, que en 2021 acumula apenas el 0,6% del PBI y un mayor peso del financiamiento vía deuda en pesos, que en el año representó un 0,5% del PBI si se descuenta el pasivo "rolleado", según datos de la consultora Ecolatina. Si bien fue un mes con buenos resultados, en los próximos meses el Gobierno deberá afrontar nuevos desafíos de magnitud ya que entre julio y agosto vencen $930.000 millones.